sábado, 6 de noviembre de 2010

Música de la década de los 90'

Objetivos:
Se plantea describir la década de los 90’ a través de las manifestaciones de la filosofía del cine y/o la música, sobre el particular el blog expone La música de la década de los años 90'.


La década de los 90s es como una especie de exhibición musical de todos los estilos y tendencias habidas hasta aquel momento, con mejor o peor suerte, de acuerdo con una filosofía que pretendía acabar con el espíritu reinante durante los 80, un aburguesamiento general sobretodo desde la segunda mitad de aquella década que, como ocurrió en los 70 con el punk, necesitó del grunge para recuperar un poco la mala leche y despertar de nuevo la tendencia más rebelde impregnada desde sus orígenes en el rock.

La música de esta época no puede entenderse sin la influencia que ejercen los medios de comunicación, donde la labor de las emisoras de radio y, sobre todo, de la televisión, resulta trascendental. Corrientes musicales marginadas en otras épocas tienen hoy cabida en los medios, y grupos que se iniciaron como minoritarios venden ahora millones de discos, gracias a labores de publicidad y presencia mediática. A su vez, es destacable la relevancia del rock en estas fechas como fenómeno sociológico, como forma de transmisión de mensajes ideológicos, como forjador de clases urbanas específicas y como azote de barreras, unificando posturas irreconciliables.

El Grunge:
Género musical asociado al Rock que posee un alcance mundial a partir de su aparición a principios de la década de 1990. La palabra Grunge fue utilizada quizás para expresar una sensación o quizás un estilo. Hoy el Grunge ha sido conocido como tendencia vista a menudo en adolescentes y muchas personas tienen su propia idea de que es el Grunge, por esto no podemos concluir con una definición exacta. Es quizás nuestra manera de los asimientos de la rebelión, pero literalmente no tiene ninguna conexión a la delincuencia de la juventud, puede ser asociado sí a las drogas. La gente del Grunge casi se ha convertido de nuevo a la forma de vida del hippie.

Posee un desprecio por lo estético y lo mainstream (descrición de los gustos que son aceptados mayoritariamente por la sociedad) arrinconó bastante al heavy metal y al stadium rock; a nivel musical el grunge tiñe de un tono oscuro y depresivo el espíritu del rock, musicalmente ensalza mucho el patrimonio musical más auténtico de lo 70 y es una bofetada a lo más ñoño y chafa, una declaración de principios que no tardó en ser engullida por la misma industria musical y de la que a dia de hoy unicamente han sobrevivido Pearl Jam, el resto se quedaron el camino. Esta tendencia fue casi exclusivamente patrimonio de EEUU y muy concretamente de una ciudad como Seattle.

Sin embargo, el principal exponente es Nirvana y es realmente importante por que fue el creador de este movimiento, el cual daría rienda suelta a la rabia y frustración de toda una generación perdida o tal vez, hasta entonces ignorada, que buscaba en la oscuridad a alguien quien les hablara de sus emociones mas ocultas. Y aunque sus orígenes se remontan a la década anterior, el Grunge no consigue alcanzar una trascendencia internacional hasta la difusión masiva por la MTV del tema “Smells Like Teen Spirit”, de esta banda, incluido en el que sería álbum millonario, Nevermind. 


El Grunge empezó a decaer luego de la muerte de Kurt Cobain, pero aun existen bandas que muestran este estilo, como los son: Pearl Jam, Silverchair, Soundgarden (recientemente disuelto) y otros.

En el Reino Unido irrumpió con más fuerza el llamado brit pop capitaneado por Oasis o Blur, y únicamente grupos como Radiohead se apartaron radicalmente de ese camino. 
 

El llamado rock industrial con Nine Inch Nails como grupo más representativo se sirvió mucho de nuevos recursos tecnológicos para obtener en el caso de estos muy buenos logros. Tambien empezaron a coger importancia corrientes artísticas como el hip hop que hoy es cuando han logrado tener más repercusión mediática y muchos grupos como Rage Against The Machine y más adelante Limp Bizkit o Linkin Park incorporaron el rap como un elemento básico de su música. 

En la vertiente más pop y más dance, la cultura hip hop también ha seguido influyendo a muchos artistas en lo que hoy llaman R & B (aranbe). El rapero blanco Eminem triunfó ampliamente a finales de los 90 con su álbum "The Slim Shady Lp".


El punk melódico también tuvo sus minutos de gloria de la mano de grupos como Green Day, Bad Religion y Offspring entre otros más, ideales para skaters y teenagers ansiosos de corear estribillos de hardcore melódico.


 

 

En el caso del heavy también se dio un fenómeno curioso: a principios de los 90 las bandas de mestizaje como Faith No More, RHCP o Living Color, entre tantísimas más que irrumpieron de la nada, eran el no va más, pero el tono divertido que llevaban consigo no encajó mucho con el espíritu depresivo del grunge que las borró (salvo las dos primeras) de la faz de la tierra de inmediato. 





 

Los grandes grupos clásicos del metal tipo Iron Maiden o Scorpions y otros más de última hornada como Metallica o Guns and Roses perdieron fuerza e inspiración paulatinamente con el transcurso de los 90, por no decir las hair bands tipo Motley Crue, Poison o Ratt que reducieron su campo de acción considerablemente o se reciclaron con dudosos resultados abrazándose a la imperante tendencia grunge/industrial (sin duda la antítesis de lo que representaban), pero a la vez también se fraguaron una serie de subgéneros nuevos dentro del metal que renovarían con los años un género que ya parecía muerto y estancado y que volvería a coger bastante fuerza una vez pasado el temporal provocado por el grunge; de las distintas fusiones saldrán el nu-metal, el black metal, el metal progresivo, el death melódico entre otros.






Carolina Jerez Jara
Psicología VI semestre
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad Santo Tomás
Copiapó

jueves, 28 de octubre de 2010

La Cultura Light

Objetivos:
Se plantea describir la década de los 80’ a través de las manifestaciones de la filosofía del cine y/o la música, sobre el particular el blog expone La cultura light: Don't worry, be happy.


"Light" se entiende como ligero, liviano, donde el lema es: "¡no complicarse!" (don't worry!), "¡sé feliz!" (be happy). Dicho de otro modo: no pensar, olvidarse del sentido crítico. Entonces, ¿qué es cultura light? 

Se trata un tipo de vida donde existen diversas ideologías que se han ido tejiendo en la mente de las personas con el paso del tiempo donde prima la superficialidad, la falta de compromiso y de profundidad en la vida, lo que podríamos entender como la falta de capacidad para reflexionar y, por lo tanto, la expulsión de cualquier forma de sentido crítico. Todo es "light": la vida, las relaciones interpersonales, la actitud con que se enfrentan las cosas, la comida, las diversiones. Cigarros, sodas, artistas, cervezas, estrellas, todo es light.

La posmodernidad es la celebración de lo light, la livianizacion de todas las experiencias pesadas de la modernidad. Si la vanguardia era una praxis difícil de tolerar, se le aligeró en forma de moda; si la metafísica era pesadísima se le rebajó en forma de lógica. Toda la modernidad fue hecha light, desde sus iconos hasta sus lemas.

Lo Light es lo automáticamente entregado. Por eso para gozarlo no requerimos ningún esfuerzo de parte de la obra, no hay ningún intercambio exigente entre la obra y su receptor. Más bien la obra es la receptora de nuestros mensajes culturales. Lo light no nos da nada, nosotros somos quienes le otorgamos todo sentido, por lo tanto es pasiva. Lo light de ciertos productos culturales es posible sólo porque la obra no requiere ser demasiado activa (es decir, significativa) sino que descarga el peso de la actividad sobre el supuesto 'receptor'. 


Es producto de un sinnúmero de variables que van retroalimentándose una con otra como la Segunda Guerra Mundial, el auge del neoliberalismo, la caída del bloque soviético, la supuesta "muerte de las ideologías", el mundo unipolar, el triunfo absoluto de la gran empresa; en definitiva: lo que hoy día se presenta como un éxito masivo del capitalismo y su ideología concomitante, son todos factores que se asocian unos con otros dando como resultado esta individualización hedonista, del facilismo, de la apología ramplona del consumismo.  

En este contexto "cultura light" vendría a significar: individualismo exacerbado, búsqueda inmediata de la satisfacción, escasa profundidad en el abordamiento de cualquier tema, superficialidad, falta de compromiso social o incluso humano, banalidad, liviandad. Todo ello marcado por un culto a las apariencias. Sólo importan las formas, ser bello, estar bien presentado. Lo demás, no cuenta. 

Según lo anterior, podemos considerar las siguientes características del hombre light:
  • Permisividad: Todo está permitido. El hombre light no tiene sus valores definidos, ya que estos representan fronteras que moderan nuestras acciones. El respeto, la fidelidad o la honestidad, no son otra cosa más que límites que nos imponemos a nosotros mismos.
  • Relativismo: No existe ni bien ni el mal, ya que todo depende del enfoque con que se percibe la realidad, siendo un ente amoral. Al no existir una diferenciación entre lo correcto y lo incorrecto, nos sumergimos en un estado de absoluta indiferencia.
  • Consumismo: Cultura del exceso. La meta única del hombre es tener más; sin embargo, al ser permisivo y no tener límites ni un objeto definido claramente, su ambición nunca podrá ser satisfecha.
  • Materialismo: Vivimos en un mundo plástico donde todo es desechable (“cultura de la basura”) y no existe trascendencia. Los ámbitos espirituales y culturales son ignorados; lo único que tiene un valor es aquello que tiene un precio, donde es el dinero el valor más grande de todos.
  • Hedonismo: El hombre light solo tiene interés por vivir el instante inmediato. Para él, el placer y la comodidad son sinónimos de la felicidad. El mundo gira alrededor del hombre light, y la realidad existe tan solo para satisfacer sus necesidades. Es el orgasmo es la mayor felicidad de todas.
Esta "onda light" va ganando los distintos espacios de la producción cultural, del quehacer cotidiano. La revolución científico-técnica sigue adelante con una velocidad y profundidad vertiginosas. Pero junto a ello el nivel "humano" no crece al mismo ritmo. Hasta incluso podría decirse que no crece, y esto se puede apreciar en la falta de preocupación por el otro, la apología del facilismo, la entronización del más absoluto individualismo. De ahí esta ligereza que marca las relaciones interpersonales.  

Si bien es difícil establecer quién inventa las modas culturales, las tendencias dominantes, pero sumando todos los aspectos trazados, el arquetipo del ciudadano esperado –esperado por los centros de poder ayudados por mecanismos de mediación como son los medios masivos de comunicación– termina constituyéndose como un consumidor pasivo que no discute, que cuida ante todo su sacrosanto puesto de trabajo, que se ocupa sólo de lo cosmético irrelevante y que no piensa. En el caso de los adolescentes, existe una cierta quietud en este grupo humano, no intenta rebelarse, no es combativo, no siente brecha generacional, no discute ideológicamente, no presenta batallas. En lugar de rebeldía hay indiferencia, incomunicación. El adolescente actual aparece menos problematizado de lo que ocurría con las personas de su misma edad hace algún tiempo atrás.

Como oportunamente lo señala Luis Britto García: "La regla de lo light es la sistemática omisión de lo pertinente: cigarro sin nicotina, café sin cafeína, azúcar sin azúcar, música sin música". (…) "Política sin política. Partidos sin partidos. Organizaciones sin ideología. Carismas sin programas. ¡Misterio sin profundidad! ¡Revelación sin pavor! ¡Iluminación sin trascendencia! ¡Nirvana instantáneo! ¡Paraíso desechable! ¡Purgatorio spa! ¡Fast God! Consumismo industrial beatificado en el supermercado espiritual". (…) "Ángeles y modelos no menstrúan, o no debe parecer que lo hacen. En su obsesión por ocultar la función real y mostrar la simbólica, postula lo light vientres que no digieren, senos que no amamantan, carne que no envejece. La biología no existe. Toda expresión fisiológica ha de ser testada. El apetito es crimen, el vello tabú, el olor pecado mortal, el sudor alta traición. El desodorante es el sacramento light. La anorexia, su estado de gracia."

El mundo contemporáneo, que nos legó la caída del socialismo real, es un ámbito donde ya no hay esperanzas, no se cuestiona, se acepta todo con resignación. O al menos esto es lo que se mantiene como tendencia dominante. Consumir, buscar la felicidad y la realización a través de lo material, no complicarse. 

Como elemento básico en la conformación de esta cultura tenemos los medios audiovisuales, y en especial la televisión. En este período ha pasado a ser vehículo por excelencia de esta moda de lo banal. Nada mejor que la cultura televisiva para entronizar la apología del "no piense, mire la pantalla". La imagen presenta un sinnúmero de estímulos que actúan de forma masiva e inmediata a nivel del sistema nervioso central. El poder de la imagen es mayor que toda otra vía de transmisión. Los signos pueden ser reemplazados cada vez que haya necesidad de renovar las campañas publicitarias, al fin y al cabo quien mantiene constante el circuito de los sentidos es el consumidor. Esta sobrecarga de contenidos simbólicos en plena época light se manifiesta en fenómenos de reacción frente a la saturación como el estrés, la bulimia, o la sobredosis. Por eso la televisión es la matriz fundamental de esta cultura de lo no reflexivo. 


El reto es ir más allá de todo esto, intentar desafiarlo, discutirlo, quebrarlo. Hay que ser irreverente con el poder, con lo constituido, con el dogma. Aunque sea un muy modesto aporte en esta lucha por un mundo más vivible, más justo y equilibrado, un paso en torno a todo esto es perderle el miedo a pensar. Retomando el ideario del mayo francés entonces, idearios que hoy parecieran tan lejanos: "La imaginación al poder"

Carolina Jerez Jara
Psicología VI semestre
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad Santo Tomás
Copiapó